El fokin síndrome de impostor
- Alexia S.S. Domínguez García
- 6 may
- 3 Min. de lectura

¿Han oído hablar de ese síndrome? La verdad yo ya estoy harta de escucharlo, me choca, me cae remal el famoso síndrome ese. Me sabe mal que con cada maldita descripción expongan tan transparentemente el cómo me siento. Para quienes no tienen el infortunio de conocerlo el síndrome de impostor (en mis palabras rancias de no-psicóloga) es un estado mental en el que una persona siente que en cualquier momento lxs demás van a descubrir su farsa y ver que realmente no es tan genial o talentosa como les ha hecho creer, incluso a pesar de haber obtenido el éxito con sus habilidades y estar validadas por reconocimientos.
Sí, es horrible porque además nadie más que tú mismo es quien te hace sentir como un impostor. En mi caso lo describiría como sentir que todo lo que hago sucedió por suerte, porque alguien más que sí lo merecía falló y yo era el plan B, o porque simplemente la gente ha caído en mis mentiras. Sí, cuando sufres de este fokin síndrome tu peor enemigo eres tú mismo; o al menos las expectativas que tienes de ti misma.
Alguna vez en la prepa una maestra de Comunicación, Gramática o algo así nos pidió hacer un ensayo sobre cómo nos veíamos ya como adultos (lo que fuese que fuese ser adulto a tus diecitantos años). Cuando entregué mi ensayo yo sentí que estaba entregando un trabajo exagerado, lleno de metas imposibles que ni yo misma sabía cómo iba a lograr pero quería impresionar a la maestra y que pensara que I was The Shit. Pero cuando la maestra nos regresó el texto calificado nos pidió un momento para dar retroalimentación individual. Cuando fue mi turno la maestra me preguntó si estaba bien, Sí miss, ¿por, puse algo que no debí?, No, no, es que me preocupas Alex, tu ensayo está bien escrito y te puse 10 por eso pero me preocupa el contenido, No entiendo, Todo lo que escribiste está bien pero me dio la impresión de que más que tener éxito lo que quieres es no fracasar, ¿No es lo mismo?, Pues no, porque aspirar al éxito es motivación, impulsarse para saltar hacia lo alto y tener miedo al fracaso es correr de todo lo malo y saltar para no caer.
En ese momento la maestra me cayó re gorda, me indigné mucho por lo que me dijo y se me hizo muy cliché su discursito de "No le tengas miedo al éxito" (ni li tingis midi il ixiti). En ese momento sólo le sonreí para que me dejara regresar a mi asiento y llegué a mi casa a injuriar su nombre en mi diario. Pero años después en que este famoso síndrome se volvió un término común, entendí por fin a lo que se refería. Quizás ella no tuvo el tacto para decírmelo porque no tenía las palabras correctas para explicármelo, quizás si hubiésemos tenido esa misma conversación en el contexto actual podría haber conocido este fokin síndrome antes (y darle en su maye desde entonces).
Pero, ¿por qué te cuento todo esto queridx lectorx? Porque sé que hay mucha gente como yo que todavía no conoce a este mendigo síndrome o que no ha logrado identificarlo, o peor aun, que no sabe qué hacer con él. Te confieso lectorx que yo tampoco. Muchas veces quisiera arrancarlo de donde quiera que viva en mi cerebro y mandarlo a volar, muchas otras veces quiero sentarme con él a echar un cafecito y qué me cuente porqué es tan desgraciado conmigo. Pero luego recuerdo que el síndrome no es un ente que apareció de la nada en mi nuca y se coló en mi cerebro, es una parte de mí (una fokin parte de mí). Y debo aprender a vivir con él, porque sí queridx lectorx no creo que se vaya a ninguna parte; habrá en que hiberne mientras mi mente está ocupada y habrá otros días (no muy bonitos) en que decida bajar a mi hombro y susurrarme cómo en cualquier momento todo el mundo verá que sólo soy una farsante que ha logrado engañarles todo este tiempo.
Sé que puede sonar deprimente si también vives con este bicho acosándote, pero no todo es malo, una vez que ves sus señales de humo es fácil mandarlo a hibernar y enseñarle a reconocer tus/sus éxitos (o darle en su maye de vez en cuando, jeje).
Comments